Nov 07
SEMILLA AGUSTINIANA
Hay un mundo malo y un mundo bueno. El mundo malo son todos los malos del mundo; el bueno, todos los buenos. Lo mismo que cuando de ordinario contemplamos un campo. «Este campo está repleto». «¿De qué fruto?». «De trigo». De igual manera decimos, y con idéntica verdad: «Este campo está lleno de paja». «Hay un árbol, está repleto de frutos»; otro dice: «Está repleto de hojas». Y tanto el que dice que está repleto de frutos como quien afirma que está repleto de hojas dicen la verdad. Ni la abundancia de hojas quitó su lugar al fruto, ni la abundancia de fruto excluyó la exuberancia de hojas. De ambas cosas está lleno; pero una cosa es lo que busca el viento y otra lo que el agricultor recoge. De igual manera, pues, cuando escuchas: ¡Ay del mundo por los escándalos!, no te espantes; ama la ley de Dios y no habrá escándalo para ti (Serm 81,3).

P. Juan A. Cardenas