Gracias por ser mi guía,
por el aire que respiro
porque puedo ver el día,
por estar viva y sentirte dentro mío.
Por saber que no estoy sola,
por querer a mis hermanos,
por mi familia, mi hogar,
por la Luz que has derramado.
Gracias por las alegrías,
por darme a tu Madre, como Madre,
por la Cruz de cada día,
porque con ella quieres salvarme.
Amén.