Yo,______________, pecador infiel, renuevo y ratifico hoy en tus manos, Oh madre Inmaculada, los votos de mi bautismo. Renuncio a Satanás, a todas sus presunciones y a sus obras, y me entrego enteramente a Jesucristo, la Sabiduría Encarnada, para llevar mi cruz siguiendo sus pasos, todos los días de mi vida, y serle fiel de ahora en adelante.
En presencia de la Corte Celestial, te escojo en este día como mi Madre y Señora.
Me consagro a tu Corazón Inmaculado y te entrego, como esclavo, mi cuerpo, mi mente y mi alma; todos mis bienes, tanto interiores como exteriores; y aún el mérito de todas mis buenas obras pasadas, presentes y futuras. Particularmente te consagro a mi familia, otorgándote todo el derecho de disponer de mí y de todo lo que te pertenece según sea de tu agrado.
Amén