
Apr 24
¡En todo hay una grieta por donde entra la luz!

¡El hueco a es el lugar del poeta! ¡El hueco es la grieta de la resurrección! Donde parecía que no había más espacio, ¡Dios sorprendió! Cuando todo estaba sofocado, ¡un soplo de vida! Leonard Cohen, uno de los más grandes músicos y poetas de todos los tiempos, en la canción llamada «Anthem» subrayó: «¡hay una grieta en todo! ¡Así es como entra la luz!" En su canción más reinterpretada, «Hallelujah» destacó que «¡hay una explosión de luz en cada palabra!» ¡Giorgio Agamben también llamó a la brecha el lugar de la democracia donde estamos llamados a discernir entre la luz y la oscuridad!
¡Todo estaba cerrado alrededor de los discípulos que, escondidos y asustados, se habían desanimado! El evangelio de hoy (Jn 20,19-31) nos dice que Jesús Resucitado entró y se quedó en medio de ellos. Luego sopló, retomando el gesto creativo del Génesis, invitó a Tomás a tocar sus heridas, les pidió que vencieran el miedo y fueran comunicadores de amor y misericordia en el mundo.
¡Jesús Resucitado es la oportunidad que encuentra un lugar cuando todo parece estar cerrado, Jesús Resucitado es el soplo que deshace la asfixia, Jesús Resucitado es el testimonio de que toda herida necesita ser tocada para que la fe sea integral!
¡Cuántas veces en la vida también nos sentimos así: trancados, asfixiados, con miedo de dar cualquier paso y frente a un desmoronamiento de sentido! Jesús Resucitado, no de forma mágica, nos invita a cambiar de lugar, a ampliar el rumbo de nuestra mirada y percibir la oportunidad, la grieta por donde entra la luz. ¡Este es, por pequeño que sea, el signo de la resurrección en el que debemos dedicar tiempo! ¡En todo, en todo hay una grieta de luz y está Dios!
Leonard Cohen llamaba a tomar de la mano a Suzanne, título de otra de sus canciones: «ella te muestra dónde mirar. Entre la basura y las flores…” Cada “noche” de la vida es importante tener a alguien que “¡nos lleve de la mano!” Así hizo el Resucitado con Tomás, con Magdalena, con Pedro y, buscando las oportunidades de la vida, ¡que también nosotros encontremos su luz!
P. Maicon