Apr 28
PALABRAS DEL SANTO PADRE

Entonces, esto significa que el juicio final ya está en acción, comienza ahora en el curso de nuestra existencia. Tal juicio se pronuncia en cada instante de la vida, como confirmación de nuestra acogida con fe de la salvación presente y operante en Cristo, o bien de nuestra incredulidad, con la consiguiente cerrazón en nosotros mismos. Pero si nos cerramos al amor de Jesús, somos nosotros mismos quienes nos condenamos. La salvación es abrirse a Jesús, y Él nos salva. Si somos pecadores —y lo somos todos— le pedimos perdón; y si vamos a Él con ganas de ser buenos, el Señor nos perdona. Pero para ello debemos abrirnos al amor de Jesús, que es más fuerte que todas las demás cosas. (Audiencia General, 11 de diciembre de 2013)
@Vaticannews