Madre Inmaculada a ti acudo

Madre Inmaculada, a ti acudo movido por el deseo de amar, adorar y servir a tu Divino Hijo. Quiero entregar mi vida sirviendo a la Iglesia, con las virtudes propias de un hijo(a) tuyo(a).


Que tu pureza me llene, que tu fidelidad me impulse, que tu alegría resplandezca, que tu sencillez me acompañe y que tu servicio me identifique.


Quién mejor que tú, Madre Inmaculada, fuente del amor divino, para orientar mi caminar; enséñame a evangelizar amando.


Te consagro hoy mi vida, mi vocación, te ofrezco lo que fui, lo que soy y lo que quiero ser, para que a mi paso y en todo, deje el sello inmaculado de tu presencia, ampárame bajo tu manto, soy hijo(a) tuyo(a).


Amén.