Lirio frágil y esbelto tan fragante quiero verte a mi lado, mi ternura de Madre por ti vela con amor exquisito, dulce amparo.
Si peligros te cercan por doquiera con fementido halago, y el mundo te presenta su hechizos, que encierran brillo falso.
Acude a mí. Mi velo te cobija con maternal cuidado, y este velo de virgen sabrá darte de la pureza los divinos rasgos.
En contra del demonio y sus ardides cubrirte he con mi manto. Este manto de reina es poderoso, y defender sabré tu débil tallo.
Y si las amarguras de la vida te causarán quebranto, ven a mi corazón, nido de amores, que consuelo te brinda de antemano.
Mi corazón de Madre siempre escucha, a aquél, que suspirando, acude a mi, nadie ha podido decir, que me invocó sin resultado.
Mi corazón de Madre es el tesoro que da tierno descanso, esa paz abundosa, reposada, para las luchas y dolores arduos.
Mi corazón de Madre quiere darte un don, el más preciado, que conozcas, que ames a mi hijo, y que grabes en ti todos sus rasgos.
Es el Amigo Fiel que no abandona, su amor es soberano.
Con ternura especial por ti vela, como nadie jamás habría velado.
Y aunque todos te olviden, te desprecien, o te sean ingratos, Jesús por siempre te amará con creces, como nadie jamás te hubiera amado.
No olvides pues su amor ni lo desdeñes, y en Él siempre confiando, hallarás fuerza invicta en la ardua lucha por conservar tu brillo siempre intacto.
Y con mi velo virginal cubierto, y con mi regio manto, vivirás, lirio fiel, cabe tu Madre su corazón por ti siempre velando.
Amén.
-Madre Teresa Guevara Religiosa del Sagrado Corazón de Jesús-