Santo Espíritu de Caridad, haznos amar a Dios y a nuestros semejantes
como Tú quieres que los amemos.

Santo Espíritu de Gozo, otórganos la santa alegría, propia de los que viven en tu gracia.

Santo Espíritu de Paz, concédenos tu paz, aquella paz que el mundo no puede dar.

Santo Espíritu de Paciencia, enséñanos a sobrellevar las adversidades de la vida.

Santo Espíritu de Benignidad, haz que tratemos a todos con benevolencia sincera y rostro sonriente, reflejo de tu infinita suavidad.

Santo Espíritu de Bondad, concédenos el desvivirnos por los demás, y derramar a manos llenas, cuantas obras buenas nos inspires.

Santo Espíritu de Longanimidad, enséñanos a soportar las molestias y
flaquezas de los demás, como deseamos soporten las nuestras.

Santo de Mansedumbre, haznos mansos y humildes de corazón, a ejemplo del Divino Corazón de Jesús, obra maestra de la creación.

Santo Espíritu de Fe, otórganos el no vacilar en nuestra fe, y vivir siempre de acuerdo con las enseñanzas de Cristo, e iluminados por tus santas inspiraciones.

Santo Espíritu de Modestia, enséñanos a ser púdicos con nosotros mismos, a fin de no servir nunca de tentación a los demás.

Santo Espíritu de Continencia, haznos puros y limpios en nuestra vida interior, y enérgicos en rechazar cuanto pudiera manchar el vestido blanco de la gracia.

Santo Espíritu de Castidad, concédenos la victoria sobre nosotros mismos; haznos prudentes y castos; sobrios y mortificados; perseverantes en la oración y amantes de Ti, oh, Dios del Amor hermoso.
AMEN