Nos lo enseñó el gran San Agustín, "La vida es una lucha diaria, con una victoria diaria". Si queremos una vida victoriosa, debemos buscar la sabiduría, ella además de todo nos permite entender esa parte del Padre Nuestro que dice: "Venga a nosotros tu reino."
“La sabiduría es radiante e inmarcesible. Se deja ver fácilmente por los que la aman y encontrar por los que la buscan. Su verdadero comienzo es el afán de instrucción, el interés por la instrucción es amor. Por tanto, el afán de la sabiduría conduce al reino.”
Sabiduría 6: 12,17,20