San José contigo, por tu intercesión, bendecimos al Señor.

Él te eligió entre todos los hombres para ser el casto esposo de María y el padre putativo de Jesús.

Tú velaste continuamente por la Madre y el Niño con afectuosa atención para dar seguridad a sus vidas y permitirles cumplir su misión.

El Hijo de Dios aceptó someterse a ti como a un Padre, durante el tiempo de su infancia y adolescencia y recibir de ti las enseñanzas para su vida de hombre. Ahora junto a Él, continua protegiendo toda la santa Iglesia, las familias, jóvenes y especialmente a los más necesitados; Por tu intercesión aceptarán la mirada maternal de María y la mano de Jesús que les ayuda.

Concédenos pureza, humildad de corazón y castidad de cuerpo. Finalmente, Tú que conoces nuestras necesidades y nuestras responsabilidades mejor que nosotros, cuida de ellas y acógelas bajo tu patrocinio. Amén