Dec 11

de Galindo Vega
Liturgia de la Palabra diaria
*Liturgia - 11 de Diciembre de 2024*
Ciclo C - Año I - Color Morado
II Semana del Tiempo de Adviento
Liturgia de las Horas Tomo I
II Semana del Salterio
Primera Lectura Isaías 40, 25-31
Salmo 102
Evangelio Mateo 11, 28-30
Nuestra Señora de Coromoto, Patrona de Venezuela.
Verde / Blanco De Feria, Misa por los gobernantes de las naciones MR, p. 1133 (1125) y 427 (423) / Lecc. II, p. 776
Otros santos: Santos Proto y Jacinto de Roma, mártires. Beatos: Francisco Juan Bonifacio, presbítero y mártir; María Celeste Crostarosa, religiosa y fundadora.

*PRIMERA LECTURA*

_¿Estás casado? No te separes de tu esposa. ¿Eres soltero? No te cases._

*De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 7, 25-31*

Queridos hermanos: En cuanto a los jóvenes no casados, no he recibido ningún mandamiento del Señor; pero les voy a dar un consejo, pues por la misericordia del Señor, soy digno de confianza.

Yo opino que, en vista de las dificultades de esta vida, lo que conviene es que cada uno se quede como está. ¿Estás casado? No te separes de tu esposa. ¿Eres soltero? No te cases; pero si te casas, no haces mal, y si una joven se casa, tampoco hace mal. Sin embargo, los que se casan sufren en esta vida muchas tribulaciones, que yo quisiera evitarles.

Hermanos, les quiero decir una cosa: el tiempo apremia. Por lo tanto, conviene que los casados vivan como si no lo estuvieran; los que sufren, como si no sufrieran; los que están alegres, como si no se alegraran; los que compran, como si no compraran; los que disfrutan del mundo, como si no disfrutaran de él; porque este mundo que vemos es pasajero.

*Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.*

*Meditatio*
El tiempo de Adviento, a la luz de la encarnación de Jesús, es un tiempo para redimensionar nuestro ser imagen de Dios. Uno de los problemas de nuestros días, es el tener una idea equivocada de Dios. El mundo nos ha tratado de convencer de que tenemos un "diocesito", un Dios que no puede salvar, que no interviene en nuestra historia, un Dios de domingo.

El profeta Isaías le recuerda al pueblo que la realidad es totalmente otra. Nuestro Dios es el Dios que creó el cielo y la tierra, el Dios que tiene poder para actuar en todas las áreas de nuestra vida. Es, en definitiva, EL DIOS QUE SALVA, el Dios que ama tanto a sus creaturas que ha enviado a su Hijo único para que todo aquel que crea en él tenga vida, la tenga en abundancia y viva eternamente con él.

Nuestro Señor nos sostiene en nuestro caminar, nos ilumina con la luz del Espíritu, nos anima con su Palabra, pues quiere construir la historia con nosotros y que ésta sea una verdadera historia de salvación. Aprovecha este tiempo para que Dios sea verdaderamente Dios en tu vida.

*Oratio*
Tú, Señor, eres quien me da vigor cuando estoy fatigado y cuando no tengo fuerzas, energía. Aunque hasta los jóvenes se cansan y se rinden, los más valientes tropiezan y caen; yo que he puesto mi esperanza en Ti, Señor, mis fuerzas se renuevan; me nacen alas como de águila, corro y no me canso, camino y no me fatigo. Gracias, Señor, porque Tú eres quien me sostiene.

*Actio*
Hoy, a todas mis actividades, además de la eficiencia y el amor que como cristiano tengo que aportar, añadiré entusiasmo porque es el Señor quien me impulsa a seguir y hacer todo cada vez mejor.

*SALMO RESPONSORIAL*

*Del salmo 44,11-12.14-15.16-17.*
*R/. El rey está prendado de tu belleza.*

Escucha, hija, mira y pon atención: olvida tu pueblo y la casa paterna. El rey está prendado de tu belleza; ríndele homenaje, porque él es tu señor. *R/*.

Con todos los honores entra la princesa, vestida de oro y de brocados, y es conducida hasta el rey; un cortejo de doncellas la acompaña. *R/*.

Entre alegría y regocijo van entrando en el palacio real. A cambio de tus padres, tendrás hijos, que nombrarás príncipes por toda la tierra. *R/*.

*ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 6, 23*
*R/. Aleluya, aleluya.*

Alégrense ese día y salten de gozo, porque su recompensa será grande en el cielo, dice el Señor. *R/*.

*EVANGELIO*

_Dichosos los pobres. - ¡Ay de ustedes, los ricos!_

*Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 20-26*

En aquel tiempo, mirando Jesús a sus discípulos, les dijo: "Dichosos ustedes los pobres, porque de ustedes es el Reino de Dios. Dichosos ustedes los que ahora tienen hambre, porque serán saciados. Dichosos ustedes los que lloran ahora, porque al fin reirán.

Dichosos serán ustedes cuando los hombres los aborrezcan y los expulsen de entre ellos, y cuando los insulten y maldigan por causa del Hijo del hombre. Alégrense ese día y salten de gozo, porque su recompensa será grande en el cielo. Pues así trataron sus padres a los profetas.

Pero, ¡ay de ustedes, los ricos, porque ya tienen ahora su consuelo! ¡Ay de ustedes, los que se hartan ahora, porque después tendrán hambre! ¡Ay de ustedes, los que ríen ahora, porque llorarán de pena! ¡Ay de ustedes, cuando todo el mundo los alabe, porque de ese modo trataron sus padres a los falsos profetas!"

*Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.*

*Reflexión*

_«Mi yugo es suave y mi carga ligera»_

Hoy, Jesús nos conduce al reposo en Dios. Él es, ciertamente, un Padre exigente, porque nos ama y nos invita a darle todo, pero no es un verdugo. Cuando nos exige algo es para hacernos crecer en su amor. El único mandato es el de amar. Se puede sufrir por amor, pero también se puede gozar y descansar por amor…

La docilidad a Dios libera y ensancha el corazón. Por eso, Jesús, que nos invita a renunciar a nosotros mismos para tomar nuestra cruz y seguirle, nos dice: «Mi yugo es suave y mi carga ligera» (Mt 11,30). Aunque en ocasiones nos cuesta obedecer la voluntad de Dios, cumplirla con amor acaba por llenarnos de gozo: «Haz que vaya por la senda de tus mandamientos, pues en ella me complazco» (Sal 119,35).

Me gustaría contar un hecho. A veces, cuando después de un día bastante agotador me voy a dormir, percibo una ligera sensación interior que me dice: —¿No entrarías un momento en la capilla para hacerme compañía? Tras algunos instantes de desconcierto y resistencia, termino por consentir y pasar unos momentos con Jesús. Después, me voy a dormir en paz y tan contento, y al día siguiente no me despierto más cansado que de costumbre.

No obstante, a veces me sucede lo contrario. Ante un problema grave que me preocupa, me digo: —Esta noche rezaré durante una hora en la capilla para que se resuelva. Y al dirigirme a dicha capilla, una voz me dice en el fondo de mi corazón: —¿Sabes?, me complacería más que te fueras a acostar inmediatamente y confiaras en mí; yo me ocupo de tu problema. Y recordando mi feliz condición de "servidor inútil", me voy a dormir en paz, abandonando todo en las manos del Señor…

Todo ello viene a decir que la voluntad de Dios está donde existe el máximo amor, pero no forzosamente donde esté el máximo sufrimiento… ¡Hay más amor en descansar gracias a la confianza que en angustiarse por la inquietud!

_P. Jacques PHILIPPE_
_(Cordes sur Ciel, Francia)_