Dec 22
Qué Significa Rex Gentium?
"Oh Rey de las Naciones y deseado de los pueblos, piedra angular de la Iglesia, que haces de dos pueblos uno solo, ¡ven y salva al hombre que formaste del barro de la tierra!". Esta sexta antífona nos recuerda un título divino que usa el profeta Jeremías en el tiempo del exilio. Las naciones habían destruido el Templo de Dios y la ciudad santa de Jerusalén, la fe del pueblo estaba en crisis y se preguntaban por el sentido de seguir creyendo en el Señor. El profeta les recuerda que todo el poder de las naciones solo era permitido por aquel que estaba detrás de ellas, que al final, el único y auténtico Rey era el Señor. En el primer siglo, cuando las naciones perseguían a la Iglesia de Dios, el vidente del Apocalipsis tuvo una visión en la que los mártires cantaban un cántico de victoria llamando a Dios "Rey de las Naciones" (Ap 15,3-4). No son las naciones las que tienen el poder, no son las potencias mundiales con sus posibilidades de apretar botones nucleares o agudizar las guerras hasta acabarnos. Proclamamos ante todos los cataclismos y los desastres humanos que sólo Cristo es Rey, que sólo él tiene el poder.
El ángel Gabriel dijo a María: "El Señor Dios le dará el trono y reinará por los siglos". María lo creyó y se convirtió así en la "Madre del Señor", como la llama Isabel en el Evangelio De Hoy. El diálogo de aquellas dos mujeres pasa insignificante ante el mundo: una joven campesina y una anciana, dos mujeres, hablan sobre sus embarazos en una casa rural en un país lejano... ¿qué importancia podría tener esa conversación para los poderosos de este mundo? El gran César Augusto, señor del mundo, no podría imaginarse que mientras él construía un Imperio, Dios estaba trayendo al mundo un Reino... cuyo rey sería legítimamente Rey de todas las naciones, anhelado de los pueblos, unificador del mundo. Han pasado 2000 años desde aquella conversación en casa de Zacarías e Isabel... el Imperio Romano no existe, sin embargo existen otros imperios que creen tener el control sobre la Tierra. Dios sigue llegando con su Reino de amor, María nos sigue visitando. Dios no pierde la esperanza en nosotros y nosotros no nos cansamos de clamar por su venida... ¡Ven y sálvanos!

Fray Duvan