Feb 11
Me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí.
San Pablo dice que la ley de Moisés nos fue dada para demostrar nuestra debilidad, y no solo demostrarla, sino para aumentarla, y empujarnos así a buscar al Médico: Allí dónde el pecado abundó, sobreabundó la gracia…
¿Por qué la primera ley, escrita por el dedo de Dios, no dio este socorro tan necesario de la gracia? Porque fue escrita sobre tablas de piedra y no sobre la carne de nuestros corazones. Es el Espíritu Santo el que escribe no sobre la piedra, sino en el corazón; la ley del Espíritu de vida - escrita en el corazón y no sobre la piedra - que está en Jesucristo, en el que la Pascua fue celebrada con toda verdad, os ha librado de la ley del pecado y de la muerte. ¿Queréis una prueba de la diferencia evidente y cierta que separa el Antiguo Testamento del Nuevo?… Escuchad lo que el Señor dijo por boca del profeta: Grabaré mis leyes en vuestras entrañas y la escribiré en vuestros corazones. Si la ley de Dios está escrita en tu corazón, no produce miedo, como en el Sinaí, sino que inunda tu alma de una dulzura inusitada.
San Agustín
Sermón 155, 6.