Apr 27
PALABRAS DEL SANTO PAPA FRANCISCO

A pesar de su falta de fe, debemos estar agradecidos con Tomás, porque no se conformó con oír de otros que Jesús estaba vivo, ni con verlo en carne y hueso. Quería ver en el interior, tocar con la mano las llagas del Señor, los signos de su amor. El Evangelio llama a Tomás el Mellizo (v. 24), que significa el Gemelo, y en esto es verdaderamente nuestro hermano gemelo. Porque también para nosotros no basta saber que Dios existe. Un Dios resucitado pero distante no llena nuestras vidas; un Dios distante no nos atrae, por muy justo y santo que sea. No, también nosotros necesitamos «ver a Dios», tocarlo con las manos y saber que ha resucitado, y que ha resucitado por nosotros. ¿Cómo podemos verlo? Como los discípulos: a través de sus llagas. (Homilía, 8 de abril de 2018)