
Apr 27
Venga el Papa que venga

Venga el Papa que venga, nos debemos mantener firmes en la comunión con él. Hay algunos que están diciendo que si viene un Papa progresista va a haber un cisma. Otros dicen que si viene un Papa tradicionalista también habrá un cisma.
Mi mensaje es siempre el mismo: en el error no se sigue a nadie, ni siquiera a un Papa. Si un Papa nos mandaría fornicar, no deberíamos obedecerle en eso, ya que como dice San Pedro: "hay que obedecer a Dios antes que a los hombres". Pero no obedecerle en el pecado y en el error no quiere decir no reconocerlo como sucesor de Pedro y Vicario de Cristo. El criterio es siempre el mismo: en la verdad seguimos a quien la diga. El error se combate, diga quien lo diga.
Pensemos en el ejemplo de los santos. Ninguno de ellos se ha dejado de ser católico por los malos Papas de turno. San Francisco de Asís vio las miserias de los miembros de la Iglesia de aquel tiempo, y buscó cambiar la Iglesia desde adentro con su ejemplo de pobreza y su ejemplo de vida. El Padre Pío fue injustamente castigado por algunos Papas, y sin embargo no se fue de la Iglesia, y sufrió pacientemente el injusto castigo y todas las calumnias contra su persona. Lutero, en cambio, se separó de la Iglesia y terminó siendo peor de las cosas que denunciaba (convirtiéndose en un asesino con los asesinatos de los campesinos, y fomentando la violación de religiosas).
Somos católicos, y como católicos debemos siempre estar unidos al sucesor de Pedro, sea quien sea. No debemos seguirlo en el mal, como no debemos seguir a ningún ser humano en el mal; pero debemos respetarlo como el vicario de Cristo, ya que Dios de los grandes males saca bienes aún mayores.
También, tengamos en cuenta que el Espíritu Santo no permitirá que el Papa nuevo cambie la doctrina ni cambie los dogmas. Ningún Papa ni ser humano podrá hacerlo, porque el Papa no es el dueño del depósito de la fe. No estamos en la Iglesia por los cardenales, los obispos, los sacerdotes, ni siquiera por los Papas. Estamos en la Iglesia por Jesucristo, y debemos mantenernos fieles a Jesucristo EN LA IGLESIA QUE EL FUNDÓ.
Por lo tanto, que nadie se convierta en un cismático ni se separe de la Iglesia. Quizás vendrán tiempos muy difíciles. Cristo mismo anunció lo siguiente: "cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la faz de la tierra?". También Cristo dijo que en tiempos del fin del mundo, Él tendría que adelantar su venida, en atención a los elegidos, porque sino ni siquiera ellos se salvarían. No sabemos si estamos en el fin de los tiempos, porque eso solo lo sabe Dios. Pero debemos estar atentos, ya que cuando el final se acerque muchos perderán la fe y serán engañados. No nos dejemos engañar ni por los progresistas ni por los seudo-tradicionalistas (digo "seudo" porque hay verdaderos católicos tradicionales). Es el diablo el que promueve la división y el cisma. Cristo dijo: "Padre, que todos sean uno como tú y yo somos uno". Nunca dejemos la Iglesia Católica, venga el Papa que venga.
Termino mi mensaje con estas palabras: Con Pedro todo, sin Pedro nada. Donde está Pedro está la Iglesia, y donde está la Iglesia está Jesucristo. Cristo, quien es Dios hecho hombre y es superior al Papa, sin embargo dejó a su vicario para guiar a la Iglesia hasta la consumación de los siglos. El Papa puede ser bueno o no tan bueno, puede ser un gran pecador y puede hasta ser malo. Pero no deja de ser el Papa al cual no hay que seguir en el error como no hay que seguir a ningún ser humano en el error, pero hay que orar por él y pedirle a Dios que lo ilumine para guiar a su Iglesia en tiempos de tanta tribulación.
Recemos para que Dios nos de un Papa santo, pero busquemos ser santos nosotros. Muchas veces le pedimos al Papa lo que nosotros no tenemos. ¿Queremos un Papa santo fiel a la doctrina católica? Busquemos ser santos y fieles nosotros mismos en primer lugar. Quitemos la viga en nuestro propio ojo para poder ver bien y ayudar a otros a quitar la paja del suyo.
Por lo tanto, ningún cisma, ninguna división. Todos los católicos debemos quedarnos en la barca de Pedro y sus sucesores, sea quien fuere el que venga como Papa, al cual desde ya le aseguramos nuestras oraciones.
Bendiciones para todos.
P. Tomas Beroch