Nuestra Señora de la Soledad

Oh Madre de la Soledad, fuente de amor hazme sentir tu dolor para que llore contigo. Que siempre, por Cristo amado mi corazón abrazado, más viva en él que conmigo. Para que a amarle me anime en mi corazón imprime las llagas que tuvo en sí. Y de tu Hijo, Señora, divide conmigo ahora las que padeció por mí.


Hazme contigo llorar y poder participar de sus penas, mientras vivo. Porque acompañar deseo en la Cruz, donde le veo, tu corazón compasivo.


¡Virgen de virgenes santa, llore yo con fuerza tanta, que el llanto, dulce me sea! Que su pasión y su muerte haga mi alma mas fuerte, y siempre sus penas vea. Haz que su cruz me enamore; que en ella viva y adore, con un corazón propicio. Su verdad en mi encienda y contigo me defienda en el día del gran Juicio. Haz que Cristo con su muerte sea mi esperanza fuerte en el supremo vaivén. Que mi cuerpo quede en calma y con él vaya mi alma a la eterna gloria.


Amén