Jun 07
PALABRAS DEL SANTO PAPA FRANCISCO (Jn, 21.20-25)
El Evangelio de Juan, tan espiritual, tan sublime, concluye con una conmovedora petición y ofrenda de amor entre Jesús y Pedro, que se entrelaza de forma natural con un debate entre ellos. El evangelista nos advierte: da testimonio de la verdad de los acontecimientos (cf. Jn 21,24). Y es en ellos donde debemos buscar la verdad. Podemos preguntarnos: ¿somos capaces de preservar el tenor de esta relación entre Jesús y sus discípulos, según su estilo, tan abierto, tan franco, tan directo, tan humanamente real? ¿Cómo es nuestra relación con Jesús? ¿Es como la de los apóstoles con él? Por el contrario, ¿no nos sentimos a menudo tentados a encerrar el testimonio del Evangelio en el capullo de una revelación «endulzada», a la que añadimos nuestra veneración circunstancial? Esta actitud, que parece respeto, en realidad nos aleja del verdadero Jesús e incluso se convierte en una oportunidad para un camino de fe demasiado abstracto, demasiado autorreferencial, demasiado mundano, que no es el camino de Jesús. Jesús es la Palabra de Dios hecha hombre, y se comporta como hombre, habla como hombre, Dios-hombre. [...] Y cuando queremos entrometernos en la vida de los demás, Jesús responde: "¿Qué te importa? Sígueme". (Papa Francisco, Audiencia General del 22 de junio de 2022)