
Jun 22
PALABRAS DEL SANTO PAPA FRANCISCO (Mt 7,1-5)

A menudo, como todos sabemos, es fácil o conveniente ver y condenar los defectos y pecados de los demás, sin ser capaces de ver los nuestros con tanta claridad. Siempre ocultamos nuestros defectos; incluso nos los ocultamos a nosotros mismos; mientras que es fácil ver los defectos de los demás. La tentación es ser indulgentes con nosotros mismos y severos con los demás. Siempre es útil ayudar al prójimo con consejos sabios, pero mientras observamos y corregimos los defectos del prójimo, debemos ser conscientes de que también nosotros tenemos defectos. Si creo no tener ninguno, no puedo condenar ni corregir a los demás. Todos tenemos defectos: todos. Debemos ser conscientes de ellos y, antes de condenar a los demás, debemos mirar dentro de nosotros mismos. Así podremos actuar con credibilidad, con humildad, dando testimonio de la caridad. (Papa Francisco, Ángelus, 3 de marzo de 2019)