
Príncipe de los Ángeles, Miguel, ayúdame, socórreme en la vida y en la muerte y así ampárame. Jesús, María y José, enviad en mi socorro al excelso Arcángel San Miguel con su poder.
Con Dios, ayúdame en la última agonía; fiel a tu balanza, no sean en vano mis oraciones y esperanzas. General de la gloria que conduces a las almas, presenta mi alma al trono de la luz. De antemano te agradezco humildemente la gracia recibida.
AMÉN