Sep 15
PALABRAS DEL SANTO PAPA FRANCISCO (Lc 7,11-17)
La compasión es un sentimiento que involucra, es un sentimiento del corazón, de las entrañas, lo involucra todo. No es lo mismo que «lástima» o «¡Qué lástima, pobres!». No, no es lo mismo. La compasión involucra. Es sufrir con… Esto es compasión. El Señor se involucra con una viuda y un huérfano… Pero digamos que tienes una multitud aquí, ¿por qué no le hablas a la multitud? Déjalo… la vida es así… las tragedias ocurren, ocurren… No. Para Él, esa viuda y ese huérfano muerto eran más importantes que la multitud a la que hablaba y que lo seguía. ¿Por qué? Porque su corazón, su ser mismo, estaban involucrados. Tuvo compasión. Para acercarse y tocar la realidad. Para tocar. No para mirarla desde lejos. Tuvo compasión –primera palabra–, se acercó –segunda palabra–. Luego obra el milagro y Jesús no dice: «Adiós, sigo mi camino»: ¡no! Toma al niño y ¿qué dice? «Se lo devolvió a su madre»: devolver, la tercera palabra. Jesús obra milagros para devolver, para poner a las personas en su lugar. Y eso es lo que hizo con la redención. Dios tuvo compasión: se acercó a nosotros en su Hijo y nos devolvió a todos la dignidad de hijos de Dios. Nos ha recreado. Todos. (Papa Francisco – Homilía en Santa Marta, 19 de septiembre de 2017)