Nov 20
Palabras del Santo Papa Francisco (Lc 19, 41-44)
Pero «también hoy Jesús llora, porque nosotros hemos preferido el camino de las guerras, la senda del odio, la senda de las enemistades». Todo esto se comprende aún más ahora que «estamos cerca de la Navidad: habrá luces, habrá fiesta, árboles luminosos, también pesebres... todo apariencia: el mundo sigue declarando la guerra, declarando la guerra. El mundo no ha comprendido la senda de la paz». (…) «¿qué queda de una guerra, de esta que estamos viviendo ahora?». Quedan «ruinas, miles de niños sin educación, tantos muertos inocentes: ¡muchos!». Y «mucho dinero en los bolsillos de los traficantes de armas». «Una vez Jesús dijo: “No se puede servir a dos señores: o Dios o las riquezas”». Y «la guerra es precisamente optar por las riquezas: “Fabricamos armas, así la economía se equilibra un poco, y seguimos adelante con nuestros intereses”». Al respecto, «hay una palabra fea del Señor: “¡Malditos!”», porque «Él dijo: “¡Benditos los constructores de paz!”». Por lo tanto, los «que causan la guerra, que provocan las guerras, son malditos, son delincuentes». Una guerra, «se puede justificar —entre comillas— con muchas, muchas razones. Pero cuando todo el mundo, como sucede hoy, está en guerra —¡todo el mundo! — es una guerra mundial por fascículos: aquí, allí, allá, por todos lados». Y «no hay justificación. Y Dios llora. Jesús llora». (Papa Francisco, Homilía Santa Marta 19 de noviembre de 2015)