Nov 20
SEMILLA AGUSTINIANA
Ante todo, hay que evitar el odio: hay que sacar la viga del ojo. Una cosa es que uno, airado, se exceda en alguna palabra, que borra después con el arrepentimiento, y otra el mantener insidias guardadas en el corazón. Por último, cosa muy distinta son estas palabras de la Escritura: Mi ojo está turbio a causa de la ira. De lo otro, en cambio, ¿qué se ha dicho? Quien odia a su hermano es un homicida. Grande es la diferencia entre el ojo turbio y el apagado. La paja enturbia; la viga apaga ( Serm 82,2).

P. Juan A. Cardenas