Dec 15
PALABRAS DEL SANTO PAPA FRANCISCO (Mt 21,28-32)
Con su predicación sobre el Reino de Dios, Jesús se opone a una religiosidad que no involucra la vida humana, que no cuestiona la conciencia ni su responsabilidad ante el bien y el mal. Esto también lo demuestra la parábola de los dos hijos, presentada en el Evangelio de Mateo (cf. 21,28-32). Cuando su padre lo invita a trabajar en la viña, el primer hijo responde impulsivamente: «No, no iré», pero luego se arrepiente y va; en cambio, el segundo hijo, que inmediatamente responde: «Sí, sí, padre», en realidad no lo hace, no va. La obediencia no consiste en decir «sí» o «no», sino siempre en actuar, en cultivar la viña, en realizar el Reino de Dios, en practicar el bien. Con este sencillo ejemplo, Jesús quiere superar una religión entendida solo como una práctica externa y habitual, que no afecta la vida ni las actitudes de las personas, una religiosidad superficial, meramente «ritualista», en el mal sentido de la palabra. (Papa Francisco, Ángelus del 27 de septiembre de 2020)