Dec 16
NO OLVIDAR
No olvidar que nunca una Oración va al Cielo, sin volver con su fruto.

Escucha mi palabra, Yahvé, repara en mi plegaria, atento a mis gritos de auxilio, Rey mío y Dios mío. ¡A ti suplico, Yahvé! Por la mañana escuchas mi voz, por la mañana me preparo para ti y quedo a la espera. Guíame, Yahvé, con tu justicia, responde así a mis adversarios, allana tu camino a mi paso. Se alegrarán los que se acogen a ti, gritarán alborozados por siempre; tú los protegerás, en ti disfrutarán los que aman tu nombre. Tú bendices al inocente, Yahvé, lo rodea como escudo tu favor.
Salmo 5: 2-4, 9, 12-13