Gracias por todo, Madre,
todo te lo agradezco de corazón,
y quiero atarme a ti
con un amor entrañable.
¡Qué hubiese sido de nosotros
sin ti, sin tu cuidado maternal!
Gracias porque nos salvaste
en grandes necesidades;
gracias porque con amor fiel
nos encadenaste a ti.
Quiero ofrecerte eterna gratitud
y consagrarme a ti con indiviso amor.
Amén.