Madre tres veces Admirable, consérvanos siempre como instrumento tuyo; haz que con amor, hoy y todos los días, nos pongamos a tu servicio.
Según los deseos de Dios, usa de nosotros enteramente para tu Reino de Schoenstatt.
Toma el corazón y la voluntad: te pertenecen por completo; ciegamente quieren doblegarse a tus indicaciones y a tu palabra.
Ser total posesión tuya es, para el instrumento, su honra y su gloria.
Esta pronto a servir sin reservas a tu Obra de Schoenstatt.
Mándanos sufrimientos, guíanos a la lucha, danos ganar la victoria plena.
Contra las argucias y la saña del Demonio danos luz, templa nuestro espíritu.
Aseméjanos a ti y enséñanos a caminar por la vida tal como tú lo hiciste: fuerte y digna, sencilla y bondadosa, repartiendo amor, paz y alegría.
En nosotros recorre nuestro tiempo preparándolo para Cristo Jesús.
Aunque nos amenacen el mundo y el Demonio, o tempestades se ciernan sobre nosotros, tú vences todos los peligros y nos concedes tu inmenso poder.
Tu corazón, puerta del cielo, es siempre nuestro seguro amparo.
Nunca pereceremos si somos fiel instrumento tuyo; nos ayudas en todo instante para que demos abundantes frutos.
Con alegría caminemos de tu mano hacia el eterno Schoenstatt.
Amén.