"Dios, Padre santo,
tú que guías mis caminos,
mira que estoy pasando por días malos,
ayudarme a superar esta adversidad.
A salir victorioso de estas pruebas
a las que hoy me enfrento,
y a comprender que después
del día malo, viene la lluvia de
bendiciones.
Señor, Tú eres mi pastor,
nunca dejes que me pierda
y ayúdame a perseverar,
porque si tienes cuidado de mi, yo estaré bien."
Amén.