Oh glorioso San Benito, modelo sublime de todas las virtudes, vaso puro de la gracia de Dios. Heme aqui, humildemente postrado ante ti. ... Dulcemente te pido, que me consigas de Dios los favores y gracias de las cuales yo estoy tan necesitado, en las pruebas, en las miserias y en las aflicciones de la vida.
Amén