Oh, mi amado San José, adóptame como hijo tuyo. Te encomiendo mi salvación; cuida de mí día y noche; guárdame de las ocasiones de pecado; obtén para mí pureza de cuerpo. Por tu intercesión ante Jesús, concédeme un espíritu de sacrificio, humildad, abnegación, amor ardiente a Jesús en el Santísimo Sacramento y un dulce y tierno amor a María, mi Madre. San José, quédate a mi lado mientras viva, quédate a mi lado mientras muera, y obtén para mí un juicio favorable de Jesús, mi Salvador misericordioso.
Amén.
-San Bernardino de Siena