
Oct 08
¡Con Marta y María, a escoger la «mejor parte»!

El evangelio (Lc 10,38-42) es uno de esos textos que merecen un tiempo en nuestras vidas. Se trata del encuentro de Jesús, en Betania, en casa de Marta y María. Del texto de Juan sabemos que también tienen un hermano llamado Lázaro, no mencionado en el relato de Lucas.
¡Jesús estaba entre amigos! La primera palabra para rezar hoy es: amistad, esa experiencia vital que incluso Jesús buscó. ¡La amistad es verdaderamente una experiencia de Dios! El hecho de Jesús haber ido tantas veces a Betania nos hace pensar en el lugar, el tiempo y el sentido de los amigos. Betania era una sumergida en hospitalidad, acogida, amor que, a veces, ¡sólo la amistad puede lograr!
¡Marta y María somos todos! ¡Hay dos formas de vivir! Jesús no dijo que uno fuera mejor que el otro, pero, en la libertad de la amistad, llamó la atención de Marta: «¡Te preocupas, estás demasiado agitada!». Sugirió que María había elegido la "mejor parte", porque se mantuvo cerca de él, en un aparente "no hacer nada".
Durante mucho tiempo este texto fue leído como imagen de dos opuestos: ¡Marta, mujer de acción, y María de contemplación! Sin embargo, si nos quedamos en el texto, lo que llama la atención no son los opuestos, sino una especie de síntesis que es la «mejor parte».
Marta estaba muy agitada y su agitación le hacía perder tiempo para el diálogo, el encuentro, el perdón, la reconciliación. Para Marta no fue un problema estar en la cocina, en medio de las ollas, preocupándose por la comida, dándole la bienvenida... incluso ahí, la «mejor parte» es posible. Tampoco es sólo la actitud de sentarse a los pies de Jesús la que garantiza la “mejor parte”. La “mejor parte” es la disposición interior y exterior de, en medio de nuestras tareas diarias, lograr una mirada, una quietud de corazón capaz de percibir cuántas cosas Dios ya ha hecho y Dios sigue haciendo. La "mejor parte" es lograr la serenidad, el discernimiento y los ojos abiertos al mundo, ¡incluso cuando está lleno de contradicciones!
¡Dios nos ayude a elegir la "mejor parte", cada día, cogidos de la mano de las Martas y Marías que viven dentro de nosotros!
P. Maicon