Salve José hijo de David; Custodio del Redentor. Bendito y justo tu eres porque en sueños escuchaste y obedeciste la voz de Dios. Y bendito es Jesús, el fruto del vientre de tu esposa María.
San José Obrero, Padre amado de Jesús, ruega por nosotros en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo y especialmente en la hora de nuestra muerte.
Amén.