Sep 23
Liturgia de la Palabra diaria
Liturgia - 23 de Septiembre de 2024
Ciclo B - Año II
XXV Semana del Tiempo Ordinario
Liturgia de las Horas Tomo IV
I Semana del Salterio
Primera Lectura Proverbios 3, 27-34
Salmo 14
Evangelio Lucas 8, 16-18

Blanco Memoria de san Pío de Pietrelcina, presbítero MR, p. 840 (828) / Lecc. II, p. 816

Otros santos: Beatos: Francisco de Paula Víctor, sacerdote; Emilia Tavernier, religiosa y fundadora.

PRIMERA LECTURA

El Señor es amigo del hombre justo.

Del libro de los Proverbios: 3, 27-34

Hijo mío, no le niegues un favor a quien lo necesita, si lo puedes hacer. Si le puedes dar ahora a tu prójimo lo que te pide, no le digas: "Vete y vuelve mañana". No pienses en hacerle daño a tu prójimo, que ha puesto su confianza en ti. Con nadie entables pleito sin motivo, si no te ha hecho ningún daño.

No envidies al hombre malvado ni imites nunca sus acciones, porque el Señor aborrece a los perversos y es amigo del hombre justo. El Señor maldice la casa del malvado y llena de bendiciones la del justo. El Señor se burla de aquellos que se burlan y con los humildes se muestra bondadoso. Los sensatos recibirán honores y los insensatos, ignominia.

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Meditatio
El libro de los Proverbios, está siempre lleno de enseñanzas actuales e importantes para la vida, no sólo del cristiano sino de todos en general. Dentro de los consejos que nos propone centremos nuestra reflexión en el primero.

En él vemos lo importante que es ayudar a los demás y sobre todo hacerlo oportunamente. Es triste que nosotros, como cristianos, seamos, en algunas acciones, de aquellos que van posponiendo la caridad para un día o una hora más adecuada. Debemos recordar que el mismo Jesús nos decía: "a todo el que te pida, dale", y que él mismo se presentó con todos con una gran disponibilidad para atender a todos los que lo necesitaron, sin importar si estaba o no cansado.

No pospongamos la caridad. Ésta debe ser hecha en el momento en que se solicita. Si puedes ayudar, hazlo en el momento que te lo piden. Esto te presentará como un auténtico seguidor de Jesús.

Oratio
Dame un corazón sencillo y dispuesto, Jesús, un corazón solícito como el tuyo, dame también una actitud de escucha constante y el discernimiento necesario para descubrir tu rostro en el rostro de mis hermanos necesitados, y así, poder servirte y amarte en ellos.

Actio
Hoy estaré atento a las solicitudes de recursos materiales, espirituales o de tiempo en las que yo pueda contribuir y las haré con una actitud dispuesta y alegre.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 14, 2-3ab. 3cd-4ab. 5.
R/. ¿Quién será grato a tus ojos, Señor?

El hombre que procede honradamente y obra con justicia; el que es sincero en todas sus palabras y con su lengua a nadie desprestigia. R/.

Quien no hace mal al prójimo ni difama al vecino; quien no ve con aprecio a los malvados, pero honra a quienes temen al Altísimo. R/.

Quien presta sin usura y quien no acepta sobornos en perjuicio de inocentes, ése será agradable a los ojos de Dios eternamente. R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 5, 16
R/. Aleluya, aleluya.

Que brille la luz de ustedes ante los hombres, dice el Señor, para que viendo las obras buenas que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está en los cielos. R/.

EVANGELIO

La vela se pone en el candelero, para que los que entren puedan ver.

Del santo Evangelio según san Lucas: 8, 16-18

En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "Nadie enciende una vela y la tapa con alguna vasija o la esconde debajo de la cama, sino que la pone en un candelero, para que los que entren puedan ver la luz. Porque nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público.

Fíjense, pues, si están entendiendo bien, porque al que tiene se le dará más; pero al que no tiene se le quitará aun aquello que cree tener".

Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión:

«Pone (la lámpara) sobre un candelero, para que los que entren vean la luz»

Hoy, este Evangelio tan breve es rico en temas que atraen nuestra atención. En primer lugar, “dar luz”: ¡todo es patente ante los ojos de Dios! Segundo gran tema: las Gracias están engarzadas, la fidelidad a una atrae a otras: «Gratiam pro gratia» (Jn 1,16). En fin, es un lenguaje humano para cosas divinas y perdurables.

¡Luz para los que entran en la Iglesia! Desde siglos, las madres cristianas han enseñado en la intimidad a sus hijos con palabras expresivas, pero sobre todo con la “luz” de su buen ejemplo. También han sembrado con la típica cordura popular y evangélica, comprimida en muchos refranes, llenos de sabiduría y de fe a la vez. Uno de ellos es éste: «Iluminar y no difuminar». San Mateo nos dice: «(...) para que alumbre a todos los que están en la casa. Brille así vuestra luz delante de los hombres para que, al ver vuestras buenas obras, den gloria a vuestro Padre que está en los cielos» (Mt 5,15-16).

Nuestro examen de conciencia al final del día puede compararse al tendero que repasa la caja para ver el fruto de su trabajo. No empieza preguntando: —¿Cuánto he perdido? Sino más bien: —¿Qué he ganado? Y acto seguido: —¿Cómo podré ganar más mañana, qué puedo hacer para mejorar? El repaso de nuestra jornada acaba con acción de gracias y, por contraste, con un acto de dolor amoroso. —Me duele no haber amado más y espero lleno de ilusión, estrenar mañana el nuevo día para agradar más a Nuestro Señor, que siempre me ve, me acompaña y me ama tanto. —Quiero proporcionar más luz y disminuir el humo del fuego de mi amor.

En las veladas familiares, los padres y abuelos han forjado —y forjan— la personalidad y la piedad de los niños de hoy y hombres de mañana. ¡Merece la pena! ¡Es urgente! María, Estrella de la mañana, Virgen del amanecer que precede a la Luz del Sol-Jesús, nos guía y da la mano. «¡Oh Virgen dichosa! Es imposible que se pierda aquel en quien tú has puesto tu mirada» (San Anselmo).

Rev. D. Joaquim FONT i Gassol
(Igualada, Barcelona, España)