Señor Jesucristo, redentor del género humano me dirijo a tu sacratisimo corazón con humildad y confianza con reverencia y esperanza, con profundo deseo de darte gloria honor y alabanza.
Señor Jesucristo salvador del mundo te damos las gracias por todo lo que eres y todo lo que haces. Pon tus manos sanadoras sobre mi para enseñarme a tomar decisiones, reflexionar, meditar y trabajar.
Amén.