A ti acudimos oh corazón de Jesús porque en ti encontramos consuelo cuando afligidos y perseguidos pedimos protección, cuando abrumados por el peso de nuestra cruz buscamos ayuda, cuando la angustia la enfermedad, la pobreza o el fracaso nos impulsan a buscar una fuerza superior a las fuerzas humanas. No nos abandones Señor, concédenos el don espiritual de reflexionar, meditar y el despertar de la conciencia.
Amén.