Tú Señor eres fuerte, poderoso Glorioso. Ante Ti, nada puede sostenerse. Eres Dios Todopoderoso, Rey de Reyes, Luz de luces, Verdadero, Engendrado, de la misma Naturaleza que el Padre, Creador de todo, dador de vida, Juez de jueces, Rey de mi familia, en mi Casa, en mi Trabajo y en mi Vida.
Gobierna mi Vida Señor. Te la entrego con amor. Me pongo en tus manos, Señor. Te abro las puertas de mi corazón para que puedas venir a mi auxilio, morar en mi, luchar conmigo.
Exalto Tu Nombre, Señor. Tuyo es el Poder y la Gloria. Doblo mi rodilla ante ti y te proclamo dueño de mi Vida. Haz de mí lo que quieras Señor. Me abandono a Ti y únicamente a Ti. Pídeme lo que quieras. Dame lo que quieras y enséñame lo que quieras.
Soy todo tuyo Señor, ven a mis pensamientos, palabras y actos. Que seas Tú en mí y algo de mi en Ti. No soy digno de estar en Ti pero recíbeme como buen Padre que eres. Recibe algo de mí y transfórmalo. Haz que todo lo que diga, piense y haga sea agradable a tus ojos. No permitas que me aparte de Ti. Quédate Señor conmigo ahora y por siempre.
Amén