¡Sagrada Virgen del Pilar! Tú que transliteraste tu cuerpo para sembrar la semilla de la verdadera palabra en otro continente; tú que soportaste los estragos de ser la madre del santísimo salvador;
¡Oh amable Virgen! Para ti nada es imposible; Por eso yo creo en ti con fervor. Hoy te pido, querida guardiana, que me ayudes a mejorar mi estado de salud.
Contribuye a que recupere ese estado de carisma que tenía, por la voluntad de Dios.
Amén.