Dios todopoderoso y eterno, en tu bondad paternal, ten piedad del alma de tu servidor (X). Límpiala
de toda culpa, a ella a quien ya has llamado hacia ti, llévala al reino de la luz, de la paz y a la comunión de
los santos y entrégale su porción de gozo eterno en tu Reino. Rezamos por medio de Jesús, Nuestro Señor,
amén.
¡Dios, Tú, creador y salvador de todos los fíeles, perdona los pecados de todas las almas de tus
servidores! Permíteles recibir el perdón por medio de nuestra oración piadosa, por lo que siempre
anhelaron. Amén.