Enemigos espirituales: Tristeza, depresión, ansiedad, desconsuelo, pesadumbre, aflicción, amargura...todos tienen el mismo origen, ese que nos quiere quitar la paz, a ese que llaman diablo. La _buena noticia_ es que con la Oración, lo podemos derrotar.

¡Sed fuertes y valerosos!, no temáis ni os asustéis ante ellos, porque es Yahvé tu Dios el que marcha contigo; no te dejará ni te abandonará. Yahvé marchará delante de ti, Él estará contigo; no te dejará ni te abandonará. No temas ni te asustes.
Deuteronomio 31: 6, 8