Dios omnipotente, que haz querido confiar los inicios de nuestra redención a la atenta custodia de san José, por su intercesión, concede a tu Iglesia cooperar fielmente en el cumplimiento de la obra de salvación.
Concédenos, oh Padre, la misma fidelidad y pureza de corazón que animó a san José en el servir a tu único Hijo, nacido de la Virgen María.
Oh Dios, que en tu providencia haz llamado al hombre a cooperar con el trabajo en el proyecto de la creación, haz que, por intercesión y el ejemplo de san José, seamos fieles a la responsabilidad que nos confía y recibamos la recompensa que nos prometes. Por Jesucristo nuestro
Señor.

Amén.
(del Misal litúrgico)