Aug 29
Santa María de la Cruz (Juana) Jugan

Cerca de Renes, en Francia, santa María de la Cruz (Juana) Jugan, virgen, que fundó la Congregación de las Hermanitas de los Pobres para pedir limosna para los necesitados y para Dios, pero injustamente alejada de la dirección del Instituto, pasó el resto de su vida en la oración y en la humildad.


Nació el 25 de octubre de 1792. Su padre era un honrado pescador en las costas de Terranova y un día el mar bravío lo engulló. Ella tenía cuatro años. Después fue de gran ayuda para su madre, que debía alimentar a todos los hijos; cuidaba un rebaño mientras rezaba y mantenía viva la presencia de Dios en su corazón. En 1810 obtuvo empleo como ayudante de cocina en casa de la vizcondesa de la Chouë. A los 18 años la cortejó un marinero. No quiso comprometerse entonces y al cumplir los 24 el enamorado insistió. Su madre juzgaba que el matrimonio sería ventajoso, pero a Juana le movía esta poderosa convicción: «Dios me quiere para Él. Él me guarda para una obra que no es aún conocida...». En 1816 participó en una «Misión». Y en medio de la oración brotó el afán de consagrarse a Dios y de asistir a los pobres por amor a Él, vinculada a la Tercera Orden del Corazón de la Madre Admirable, obra de san Juan Eudes. Comenzó a trabajar como ayudante de enfermería en el hospital «du Rosais» de Saint-Servan, hasta que en 1823 cayó enferma por causa de gran fatiga. Pero ya había hecho acopio de una excelente formación que iba a ayudarle en su misión, y mostrado gran sensibilidad para comprender y paliar el dolor ajeno. Convivió con Marie Lecoq doce años. Compartían el mismo ideal: misa diaria, oración, visitas a los pobres de la parroquia, y la formación catequética a los niños. Ella ayudó a Juana a restablecerse. 


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