Santísimo Justo Juez. Hijo de Santa María, que mi cuerpo no se asombre ni mi sangre sea vertida, donde quiera que vaya y venga, las manos del Señor delante las tenga, de mi Señor San Andrés, antes y después, las de mi Señor San Blas, delante y detrás, las de la Señora Virgen María, que vayan y venga mis enemigos, salgan con ojos y no me vean, con armas y no me ofendan, justicia y no me prendan, con el paño que Nuestro Señor Jesucristo fue su cuerpo envuelto sea mi cuerpo, que no sea herido ni preso, ni a la verguenza de la cárcel puesto.
Si este día hubiese alguna sentencia en contra mía, que se revoque por la bendición del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén. La compañía de Dios sea conmigo y el Manto de Santa María, su madre, me cobije y de malos peligros me defienda. Ave María Gratia Plena, Dominus Tecum, me libre de todo espíritu no bautizado y por bautizar. Cristo vence, Cristo reina, Cristo de todos los peligros me defienda… El Señor y Justo individual hijo de Santa María Virgen, Aquel que nació en aquel solemne día, que no pueda ser muerto ni me quieran mal.
Amen.