¡Oh Bienaventurado Apóstol, que, escogido entre los primeros, fuiste el primero de los Apóstoles que mereciste beber el Cáliz del Señor!
¡Oh gloriosa Nación Española, fortalecida con tal Patrón y enriquecida con la prenda de su Santo Cuerpo, por cuya intercesión te hizo tan grandes favores el Todopoderoso!
V/. Ruega por nosotros Bienaventurado Santiago.
R/. Para que seamos dignos de las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Acepta, Señor, las súplicas que te dirigimos por medio de tu Apóstol Santiago, Patrono de España, y haz que la peregrinación a su Sepulcro, faro de unidad cristiana, nos disponga a recorrer juntos el camino que conduce a la gloria eterna.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.