Padre Santo,
Tú has querido que el ministerio de salvación que realizó tu Hijo Jesucristo, nuestro Señot, fuera prolongado en hombres configurados con su sacerdocio.
Haz que en toda la Iglesia se despierte el deseo de que muchos sean. llamados a tu servicio.
Que los Sacerdotes sean ejemplo por una vida santa.
Que la vida consagrada sea testigo de tu inefable amor.
Que las familias sean escuela de discernimiento.
Padre, haz de tu Iglesia un seno fecundo por la acción del Espíritu Santo en el que muchos escuchen tu llamada al sacerdocio. Que nuestros seminarios sean lugares de encuentro y comunión en el corazón de la Iglesia para la formación de pastores según tu corazón,
Amén