Gracias te doy Señor Padre Omnipotente, eterno Dios, que a mí pecador, indigno siervo tuyo, sin mérito alguno y sólo por tu misericordia te has dignado alimentarme con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo. Te suplico que esta Sagrada Comunión no sea para mi alma ocasión de castigo, sino intercesión saludable de perdón.
Que esta Sagrada Comunión sea para mí armadura de fe, escudo de buena voluntad, muerte de mis vicios, destierro de todos mis carnales apetitos y aumento de caridad, de paciencia y de todas las virtudes. Sea digna defensa contra todos los enemigos de mi alma.
Que sea perfecto remedio para mí espíritu; perpetua amistad contigo; verdadero Dios y Señor mío; y sello de mi muerte. Dichoso, ruégote tengas por bien llevar a este pecador a aquel convite inefable donde Tú, con tu Hijo y el espíritu Santo, eres para todos los santos, Luz verdadera, satisfacción cumplida, gozo perdurable, dicha consumada y felicidad perfecta.
Por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén.
-Oración de Acción de Gracias de Sto. Tomás de Aquino-