Querido Señor Jesús, curaste a todos los enfermos y atormentados por espíritus inmundos. Limpiaste a leprosos, abriste los ojos de los ciegos y al dar una simple orden, permitiste que los lisiados se levantaran y caminaran. Enviaste tu poder vivificante a todos los necesitados, incluidos a los que resucitaste de entre los muertos.
Médico divino, vengo a ti ahora con gran necesidad de tu intervención. Entrego mi vida y mi salud en tus manos amorosas. Te pido que envíes tu poder curativo a mi corazón, mente, cuerpo, alma y espíritu. Retira de mí cada mentira del enemigo y destruye todas las maldiciones de palabras que se han pronunciado contra mi salud.
Si he aceptado creencias médicas que no debería, te pido perdón y denuncio esas creencias ahora mismo. Rompo todos los acuerdos que he hecho con mi enfermedad y mis enfermedades. Denuncio cada síntoma de mi enfermedad y pido ser liberado por el poder de tu verdad.
Envía tu Espíritu Santo para renovar mi mente y limpiar mis pensamientos. Me niego a postrarme y seguir prestando atención a los síntomas de mi enfermedad. Por favor, aleja mi atención en mí mismo y ayúdame a concentrarme en tu amor duradero.
Oh Divino Médico, eres la fuente y la fuerza de mi recuperación. Muéstrame cómo proceder con tu plan para mi restauración. Entrego mi atención médica en tus manos amorosas. Por favor, ayúdame a discernir cada aspecto de mi tratamiento, medicamentos y proceso de recuperación, para que cada pensamiento y acción se ajuste a tu buena y perfecta voluntad para mi vida.
Amén.