Hoy habro mí corazón a tí.
Jesús mío, toma todo lo que hay en él, también, abro mi corazón a la esperanza que eres tú, mi Dios, que nunca fallas y siempre sostienes al débil, consuelas El triste, ayudas al necesitado, sanas al que tiene el corazón herido y libras al que no tiene esperanza.
Yo soy ese necesitado y afligido. Ayúdame señor y Dios mío. Yo le abro mi corazón a la esperanza para obtener la victoria sobre todo mal que impida mi progreso espiritual y físico.
Amén.