Uno es amor, y tres son los amados, bajo el techo del alma trasladados, que le son huertos, montes y collados; y en sueño lo demás.
Una es la luz, y tres los resplandores, una la llama viva en tres ardores, que consumen el alma en sus fulgores; y es sueño lo demás.
Tres los hermanos son, y una hermosura sola, en que el alma habreva más dulzura cuanto más se remonta en la espesura; y es sueño lo demás.
Amén.
(Liturgia de las horas. Himno a la Santísima Trinidad)