Comunión espiritual

A vuestros pies, ¡oh mi Jesús!,


me postro y os ofrezco


el arrepentimiento de mi corazón contrito,


que se hunde en la nada ante vuestra santísima presencia.


Yo os adoro en el Sacramento de vuestro amor,


la inefable Eucaristía,


y deseo recibiros en la pobre morada


que os ofrece el alma mía.


Esperando la felicidad de la comunión sacramental,


yo quiero poseeros en espíritu.


Venid a mí, puesto que yo voy a Vos,


¡oh Jesús mío!,


y que vuestro amor inflame todo mi ser


en la vida y en la muerte.


Creo en Vos y espero en Vos.


Así sea.


(Cardenal Rafael Merry del Val)