Míranos, Señor; escúchanos, ilumínanos, muéstrate a nosotros.
Manifiéstanos de nuevo tu presencia para que en todo nos vaya bien; sin eso todo será malo.
Ten piedad de nuestros trabajos y esfuerzos para llegar a ti porque sin ti nada podemos. Enséñame a buscarte y muéstrate a quien te busca; porque no puedo ir en tu búsqueda a menos que Tú me enseñes, y no puedo encontrarte si Tú no sales a mi encuentro.
Deseando te buscaré, buscando te desearé, amando te hallaré y hallándote te amaré.
Amén
- San Anselmo