Se canta: ven ven Señor no tardes, ven que te esperamos, ven, ven Señor no tardes, ven pronto Señor!
Oh Sabiduría, que brotaste de los labios del Altísimo, abarcando del uno al otro confín y ordenandolo todo con firmeza y suavidad.
Oh Adonai! Pastor de la casa de Israel, que te apareciste a Moisés en la Zarza ardiente y en el Sinaí le diste tu ley.
Oh renuevo del tronco de Jesé! Que te alzas como un signo para los pueblos, ante quien los reyes enmudecen y cuyo auxilio imploran las naciones.
Oh llave de David y cetro de la casa de Israel! Que abres y nadie puede cerrar, cierras y nadie puede abrir.